Mi embarazo | Carolina, Álex y su hijo Mateo

Tuve 12 horas de trabajo de parto (4am a 4pm): llegué al hospital, empezaron las contracciones más fuertes, me aplicaron la Epidural pero al final se acabó el efecto y no me pudieron colocar más; mis fuerzas físicas ya se estaban agotando, y aunque tuve muchas personas a mi alrededor (esposo, matrona, ginecólogo, enfermera, residentes, pediatra) escuche que entró el Jefe de turno y dijo: «si esta chica no sale en 15 minutos se va de cesárea» yo  sentí que me moría  pero creo que fue precisamente  esa frase la que me ayudó a dar el ultimo pujo y a las 4 en punto nació mi regalo de la vida un viernes; me dieron el alta el domingo y nos fuimos muy contentos a casa….pero al otro día lunes en la noche estaba de nuevo por urgencias en Son Espases pues Mateo ingresó por deshidratación porque la leche no me subió, no paraba de llorar y tenia ya la piel un poco escamosa y yo tenia los pechos duros como una piedra.

Ya se podrán imaginar la angustia, los miedos, las lágrimas al decirme la pediatra «su bebé se quedará hospitalizado» fue una semana muy dura para nosotros al ser padres primerizos, y verlo en una incubadora, solo íbamos a casa en la noche a dormir.

Pero así como fue difícil también fue excelente al recibir todo el apoyo, el buen trato, todo el aprendizaje que nos dio el equipo de Neonatos y después de estar esa semana con un sacaleches industrial finalmente si pude darle pecho a mi hijo y salió de allí recuperado totalmente.

Desde aquí y dos años después de esta experiencia les damos las infinitas GRACIAS  al hospital, al gran equipo de Neonatos, y al Dr. Rubèn Baltà por su profesionalismo y calidad humana, eso no tiene precio.

Un fuerte abrazo,

Mateo, Carolina, Alex.